26 mar 2020

Cuento para los que empiezan a leer....

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Había una vez una casa. Era una casa linda y muy grande, muy pero muy grandeENORME era la casa.
Tan pero tan grande que en ella vivían tres elefantes, dos jirafas, un canguro, cinco sapos, un gallo, diez gallinas y un huevo de gallina.
animales cuento
Y además un gigante que, como era tan grande, vivía en el jardín.
Los días en que brillaba el sol, el gigante era un gigante bueno.
Se ponía un sombrero rojo y salía a regar las flores.
Y después todos comían torta y se iban a jugar al gallito ciego.gigante cuento
Pero los días en que el cielo estaba lleno de nubes y se ponía a llover, el gigante se ponía malo, muy malo, malísimo y gruñía GRGRGRGRGRGR y los elefantes y las jirafas y el canguro y los sapos y el gallo y las gallinas salían corriendo, muertos de miedo y el gigante pisaba el sombrero, arrancaba las flores y los perseguía por todo el jardín.
Un día como otros días de sol, se nubló, el cielo se puso oscuro y empezaron a caer gotas.
-¡Socorro!- gritaron los animales y salieron corriendo.
-¡Sálvese quien pueda!- gritaban todos mientras escapaban.
Bueno, todos no. El huevo de gallina no se quiso ir.
En una de ésas ustedes piensan que eso no puede ser porque no hay huevos caprichosos.
¡Pero sí! Porque este huevo ya no era solamente un huevo. Ahora era mucho más que un huevo.
pollito cuento
Era un pollito.
Y un pollito muy valiente porque, en cuanto nació, se subió a un banquito y dijo:
-No hay derecho a que el gigante nos corra y nos gruña cada vez que llueve.
-¡Bravo! El pollito tiene razón- dijeron los animales.
-Pero…¡pero el gigante es muy grande!
Y se fueron y dejaron al pollito muy solo, muy solito.
¡TUM! ¡TUM! Resonaban los pasos del gigante por el jardín.
Y se oían los gruñidos GRGRGRGRGRGRGR
pollito 2
El pollito, de pie en el banquito, esperaba con los ojos cerrados, (porque era un pollito valiente, pero igual tenía miedo).
-¿Qué hacés aca, pollito?- rugió el gigante- ¿No sabés que llueve y yo estoy malo?
-Es cierto, está lloviendo- dijo el pollito-. Si querés te presto mi paraguas.
Y al gigante le dio tanta risa que se le pasó la rabia.
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Y, cuando se le pasó la rabia, pudo ponerse a pensar.
Y pensó que un paraguas era un gran invento para los días de lluvia.
Ahora, cuando el sol se nubla, y el cielo se pone oscuro y empiezan a caer las primeras gotas, el gigante abre su gran paraguas y los a todos a jugar al truco, pero siempre gana el pollito.
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Más cuentos y canciones


11 mar 2020

Actos escolares y demás yerbas....

Ato solene , Luis María Pescetti


ilustración: Okif(Del libro Nadie te creería)
Antes de que nada quiero significar que es un alto honor para mí poder haber podido liegado a ser diretora de este establecimiento escolar de enseñanza, aunque más no fuera que todo se justefica en haber liegado al día de que hoy para poder recibir con mis humildes palabras que pude haliar al tan alto conjunto de personas que hoy se han acercado a nosotros a tal efecto.
Se encuentra entre nosotros, enchiéndonos de orguliecimiento (comienza a jugar con su zapato y se le sale), la bisnieta del fundador de nuestra escuela: la Señorita Írpides de Loza. Otro aplauso para elia también… pobre mujer.

Y bien, ahora sí: Altísimas Autoridades, Señorita Inspectora, Señorita Secretaria, Señoras Maestras, Señoras Porteras, alúcnos, y ¿por qué no también? Señorita Vice-Directora, que también es un ser humano como todos, ¿no? Antes de iniciar con este acto solegne vamos a oír una canción que hice dedicada al escudo de la cooperadora y que le puso música la señorita Esther, de actividades prácticas. Oigamos el disco con atención que allí lo canta el profesor de gignasia.
Tras su halo de aureólico estigma,
de perfiles de fébico ardor,
impoluta, la insignia sonriente
al futuro da su corazón.
En los campos resuena la imagen
con su rostro severo de orgullo,
dando gesta a los gritos infames,
fulgurando resuelta el triunfo.
Clamorosas las huestes avanzan
perspicaces, broncíneas, sin fin.
Repicando las épicas glorias
que la historia proclama al clarín.
Nuestra tierra reclama la heroica
a la nunca tan bien aludida:
¡Grande esfinge sonora y sagrada
de la plúmbica causa sin prisa!
Un futuro de grandeza
nos espera a todos nosotros
¡Huyamos en su procura!
¡Huyamos pronto!
¡Muy bien! ¡Qué hermosa! ¿No’cierto? Bien. En todos los atos leo algo que traigo preparado y hoy quisiera hacerlo con algo que escribí inspirada en los ninios. (deposita su mirada sobre todos los presentes, pone los ojos en blanco, se demora, y empieza).
¡Ninios! Sóis como suaves palomilias que se albergan en los prístinos pliegues de vuestros corazoncitos de algodón. La vida, con sus dones explendentes, aún no os ha golpeado con su sufrimiento de pecado y castigo mortal en el infierno terrestre. Por eso os dirijo estas breves palabras lienas de amor, para guiaros y prepararos… ¡Quinto grado! ¿¡Se quieren quedar quietos por favor que estoy hablando!? ¿¡Dónde está la maestra de ese grado!? (hace una pausa dramática) Estáis en la edad más dorada y anhelada: la infancia. No cejaréis de intentar infinitos caminos dorados, porque es propio y natural de vuestra ingenua edad que tenéis el don de creer en la esperanza con su liama candorosa de esplendor. Pero cuando la vida os empiece a mostrar su verdadera cara, y el arco iris de vuestros sueños se corra dejando lugar a la lucha cruel, al dolor, al sacrificio inútil, a la culpa de no ser merecedores de más amor, no penséis ni por un milímetro que ese dolor y ese sufrimiento que os espera mañana ha sido en vano. Pensad más bien que podréis buscarnos. Liamadnos padres y madres si os lo precisáis, porque eso somos con nuestro amor… ¡Primer grado va a seguir el ato de pie hasta el final si se siguen haciendo los graciosos! …padres y madres si os lo precisáis porque eso somos con nuestro amor. Aplausos, por favor. Muchas gracias.
Bueno, hoy nos reúne un hecho que no por menos singular es más que importante. Todos lo sabemos porque hemos estado ollendo trabajar a los albañiles abnegados, que hoy no pudieron venir, pero igual los invitamos y quedamos que van a pasar otro día.
Mientras ustedes ninios estaban tranquilos en las aulas, contentos de estar entre maestros y amigos, elios trabajaban y trabajaban para nosotros. ¡Sí! Y gracias al esfuerzo de elios que se lo pagamos con la invalorable alluda de las Altas Autoridades presentes y de la Cooperadora, y del escudito que está a la venta a la salida del ato de hoy, podemos decir todos, y con el mayor de los orgulios: ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡El bañito del Despacho de la Cooperadora está terminado! ¡Sí! ¡Es nuestro! ¡Lo logramos con nuestros esfuerzos y, al usarlo, también nos esforzaremos… en cuidarlo! ¡Sí! Está aquí gracias a la nuestra lucha cotidiana de todos los días. Y no importa que todavía no podamos usarlo porque, como todos saben, la Cooperadora se lo dona a la Provincia, pero la Escuela pertenece al Ministerio, entonces todavía no se puede usar porque: o bien la Provincia dona el bañito al Ministerio, o bien el Ministerio dona la Escuela al bañito… perdón, a la Provincia. ¡Pero no importa! Porque el Ministerio y la Provincia son la Patria y con estas obras la estamos haciendo crecer. Ahora la Patria tiene un pedazo más en nuestra Escuela, ¿No’cierto?
Por eso nos reunimos: porque crecer es educar y avanzar es ir hacia el futuro. Porque la grandeza la vamos a lograr entre todos y por eso hoy somos más que antes aunque mañana seamos menos que ahora y cada día nos traiga el Sol con sus ralios de oro y la Luna con sus ralios de plata y su fulgor de los astros del cielo que nos sigan aliudando iluminando nuestras obras. Estos niñitos que hoy vemos temblando de emoción en nuestras aulas, mañana serán los hombres que seguirán haciendo más mañana y avanzando y aumentando la riqueza de nuestro amor en nuestros corazones. ¡Fernandez sacate la mano de ahí que te estoy viendo! Bueno… y ahora vamos a terminar con la participación de los chicos, que siempre esperan los papás y las maestras preparan con tanto trabajo durante meses, con la ilusión de que liegue el día tan anhelado. Primero va a pasar Raúl Cardales, de 4 años, de la salita azul de la señorita Bibiana… ¿Estás listo mi amor? (desde el fondo se oye grito y llanto) Bueno, a ver pasá Raulito (entra el niño, entre enojado y asustado).
Señorita Viviana – Dale, Raulito… (silencio) ¿No te acordás lo que hiciste con la Señorita?
Raúl – (la mira y niega con la cabeza) …
Sta V – Lo del acto… ¿Querés que me quede acá con vos?
R – (hace que no, con la cabeza).
Sta V – Mirá que están esos señores importantes y qué van a pensar, ¿eh?
R – (rompe en llanto)
(interviene la Directora) Bueno, bueno, no importa. Los chicos son así, se ponen nerviosos y se traban un poco, a él no lo hacemos pasar nunca más a un ato y listo. Ahora va a pasar a decir una copla: Daniela Mosini, de tercer grado B, y la escribió ella misma, así que: calladitos todos.
(pasa la niña, muy contenta; se ubica lejos del micrófono y no se oye, la directora le hace señas para que se acerque, ella se pega demasiado al micrófono y el sonido se satura, interviene nuevamente la directora)
– No Danielita, ponete como te enseñamos.
(la niña mide una cuarta con la mano y comienza entusiasmado)
Talán talán, suena la campana
en la mañana bien tempranitos…
(se queda callada, abruptamente, revolea los ojos, comienza nuevamente)
Talán talán, suena la campana
en la mañana bien tempranitos…
(se queda muda, mira hacia el público y dice”Ay, me olvidé” , se escuha el susuro de una maestra, y ella arranca decidida)
Talán talán, suena la campana
en la mañana bien tempranitos
y por la tarde después de la escuela
vuelvo a mi casa bien derechitos.
(saluda inclinándose efusivamente y, con la cabeza, choca al micrófono que casi se cae, interviene la directora sosteniéndolo)
¡Muy bien! ¡Muy bien! ¡Al fin uno que vale la pena! Raúl, tesoro. ¿Viste que ella lo dijo bien y sin hacer ningún papelón? ¿Querés probar de nuevo querido? (desde el fondo se oye grito y llanto) … ¿No? Bueno, está asustado todavía.
Y ahora va a pasar Fernando Lordani, de Sexto grado, a leer algo que él mismo escribió… Miren lo que son capaces los chicos, yo lievo treintaisietes año de directora y nunca me dejo de asombrar de que los chicos son capaces, cómo que no… Bien, a leer algo que él mismo escribió para el Escudo de la Cooperadora.
(lee con voz desabrida, tono monocorde)
“¡Gloria y prez de mi corazón! En mi alma de niño refulges rutilante cual una guía sublime, una estrelia majestuosa y resplandeciente que me lievará a la cúspide de los vencedores, al pináculo del bronce eterno que es el anhelo de mi alma de niño.
Tú eres el pregonero de bondad infinita (sin dejar de leer, se rasca). Tú generoso blasón, eres la joya portentosa que no cambiaría ni por el oro de mil musulmanes al que aspira mi alma de niño. Ya terminé”
¡Muy bien Fernandito! ¡Qué lindas esas palabras que escribistes vos solo sin la ayuda de nadien! Y ahora los saludaré yo para cerrar este modesto ato solegne.

El fruro tuto… no. El froruf… ¡El fruto futuro se abre para vosotros y para vuestras lúmines promesas! ¿Edificarafarí… ¿Edicafiricara… ¿Efi…? No. ¡Segundo grado! ¿¡Se quieren quedar quietos que nos distraen a todos?! ¿Edificaríais un nínfeo altar si así os lo demandaríaismos? ¿Trajarabara… ¿Trabariájara… ¿tra… eh ¡Yo confío en que sí! ¡Estoy convencida de que sí! Y por eso mañana, al vernos pasear por las calies, vosotros de las manos de vuestros hijos y de vuestros padres y abuelos y vuestras familias, todos así juntos de la mano quizás paseando, al vernos, os le diréis al oído: ¡Mirádosla! ¡Mirádosla! Allí va la que donó su sangre y su corazón y sus años más felices en ignotas aulas para tratar de hacer de mí, hijo mío, un padre o una madre de bien que te pudiera criar ¡Hijo mío! Aliá va mi segunda madre, tu quinta abuela, la hermana de la segunda madre que tú, también así como yo, tu padre, y tu madre tenemos y tú también tienes en tu escuela. Nada más, aplausos, Muchas gracias.